Distancia: 1,8 km (por carretera) y 1,7 km (por camino)
Tiempo de realización: 1 hora y 5 minutos.
Desnivel de subida y bajada: 67 metros
Porcentaje de asfalto: 50 %
Dificultad: Fácil
Uso de GPS: Recomendado. Ruta sin señalizar
La Ruta da Portela de Villestro parte desde el CIVI (Centro de Interpretación de Villestro), antigua escuela unitaria de la feligresía de Santa María de Villestro. Justo al lado del edificio ya se puede ver un pequeño grabado de círculos concéntricos con un radio que atraviesa los anillos.
Desde este punto nos encaminamos por la carretera hacia el sureste, hasta el Monte San Miguel, que se divisa desde el inicio. A 1,3 kilómetros del CIVI, a la altura de Quintáns, la ruta enlaza con el Camino de Santiago, en su prolongación a Fisterra y desde ahí se continúa pasando sobre el rego de Roxos por Ponte da Brea. 200 metros después de la ponte a la derecha del Camino ya se ve un afloramiento de granito. En este punto se encuentran los petroglifos do Rexío. El más espectacular de ellos es la roca más pequeña que semeja una figura femenina acostada sobre el suelo.
Siguiendo por la vía jacobea, se pasa una curva bastante cerrada y, a la altura de la casa, se toma un sendero de monte a la derecha que sube hacia el monte San Miguel. Por el camino se pasa por el petroglifo con cazoletas de Agro do Campo, situado justo en medio del sendero, hasta llegar a la zona de A Devesa da Rula. Este espacio contiene una de las mayores concentraciones de grabados del territorio de Compostela Rupestre. A Devesa fue acondicionada, liberada de vegetación y hoy es un lugar en el que se pueden admirar hasta 10 estaciones diferentes. Las más espectaculares son la de Devesa da Rula 1 y Devesa da Rula 2 o Pedra Mencía.
Desde aquí se continúa subiendo monte arriba hasta llegar a uno de los puntos más altos de la colina, en un paraje denominado Os Cortellos, donde hay unas peñas que forman un excelente mirador sobre el valle del Río Roxos.
Después de contemplar el paisaje, se vuelve a descender por otro camino que sale a la derecha y, a unos 100 metros del mirador, aparece a la izquierda otra de las rocas importantes de la comarca, la Pedra da Loba. Un gran panel lleno de zoomorfos con caballos y jinetes conduciendo o tratando de cazar una manada de ciervos, en la que destaca un macho con grandes cuernos.